Primum non nocere (Lo primero no hacer daño)


Anda que no tenía ganas yo de colocar un latinajo en uno de los escritos con los que a diario castigo su paciencia. La frase, que está en latín, se adjudica a Hipócrates, aunque no sé yo que decirles, porque teniendo presente que el ya citado Hipócrates, era de Cos, es decir griego de los de toda la vida, supongo que en todo caso lo de primum non nocere es la traducción que hicieron los romanos que eran muy suyos para sus cosas y cuando podían también para las ajenas. Me consta que normalmente se aplica a la actuación de los médicos, pero no creo que les importe si hoy la aplico, con su permiso naturalmente, al proceloso mundo de la economía.

No seré yo quien sostenga que Mariano Rajoy, que como es sabido lee sólo El Marca -, al menos si hacemos caso a los zurdos, aunque llevo tiempo sin escuchárselo, que los revolcones electorales tienen la virtud de cerrar bocas - sea lector de Hipócrates, pero me parece que no hay nadie en España que ignore que el gallego sabe hasta latín. Y si no dijo  la frase del título ante la Junta Directiva Nacional de su partido, podía haberlo hecho cuando hablaba de los límites –líneas rojas les llama la prensa, que todo se pega menos la hermosura – que iba a establecer en lo que hace referencia a la política económica de su gobierno.

Me podría haber ahorrado la frase de Hipócrates y haber dicho que lo que funciona no hay que tocarlo, el sentido del discurso de Mariano Rajoy ante la Junta Directiva del PP, fue ese. No va a tocar la política económica, porque ha funcionado y además expresó con claridad que la prioridad de  su gobierno va a estar puesta en la recuperación económica y la creación de empleo, aunque también se encargó de aclarar que esta firmeza no le iba a impedir estar abierto al dialogo y al pacto con las restantes fuerzas políticas.

Las declaraciones de Rajoy han sido mal recibidas por el PSOE, que tiene un problema de muy difícil solución. Llevan desde el primer día de la existencia de la Gestora advirtiendo que no darían estabilidad al gobierno,  afirmando por activa y por pasiva que no le iban a aprobar los presupuestos a Rajoy aunque éste hiciera un doble tirabuzón y los presentara haciendo el pino y a ritmo de sardana. En un momento tan delicado como el que estamos viviendo, uno no puede por menos que preguntarse, que tipo de justificación, que tenga ojos y cara, puede aportar el PSOE para negarse a aprobar unos Presupuestos que... todavía no han nacido.

Rajoy ya ha dejado bien claro que los compromisos adquiridos con Bruselas hay que cumplirlos sí o sí y que nadie puede pretender liquidar  las reformas que han funcionado, por "por puros prejuicios" ideológicos, que cuando dijo eso, me parece que debía estar pensando en Ferraz, porque la frase define perfectamente la posición del PSOE.  

El líder del PP afirmó que, aunque nunca se sabe lo que puede suceder, por ahora no tiene previstas nuevas elecciones pero que como ya ha dicho más de una vez “tan malo es no tener un gobierno, como tener uno al que no se le deje gobernar”. Así que dejó bien clara su postura, si los socialistas le dejan gobernar, perfecto, si no van de frente a una nueva cita con las urnas.

Todos saben, hasta los de Ferraz, que sin cuentas públicas, sin presupuesto, la legislatura está fracasada; en ese sentido y para que nadie se llame a engaño advirtió: "Nadie puede impedir el ejercicio razonable de la acción de gobierno" y desde luego la herramienta a través de la que se ejerce la acción de un gobierno son los Presupuestos, así que blanco y en botella…

Está claro que Rajoy no cuenta, al menos por ahora, con los socialistas para aprobar los presupuestos, pero si consigue el apoyo del PNV y “alguno” más y logra pasar la prueba, tras ella, el PSOE que habrá podido votar que no, para satisfacción infantil de sus militantes, se verá las caras con un Rajoy dispuesto a enmendar, pero no liquidar, lo que hasta ahora ha dado buen resultado y que les exigirá apoyo para unas cuantas cosas como pueden ser las reformas de las pensiones, la educación, etc., etc.

Decía antes que en Ferraz han sentado muy mal las manifestaciones de Mariano Rajoy,  se han lanzado por el camino fácil de la descalificación y la demagogia más estéril. Susana Díaz reaccionaba, mientras Antonio Hernando le hacía las voces, declarando que ve "imposible" que el PSOE apoye los Presupuestos Generales del Estado, unos presupuestos que insisto, todavía no se han escrito y además - se nota que le molesta la comodidad con la que se expresa Rajoy - acusó a éste de chantajear al PSOE, por dejar claro que si no consigue aprobar los Presupuestos, convocará elecciones.

Que con el enfado que exhibe no hace otra cosa que demostrar que cuando el PSOE de manera unívoca explica que se abstuvieron por sentido de responsabilidad y por evitar a España tener que ir a unas terceras elecciones, mienten a boca llena, porque si se abstuvieron fue porque sabían entonces y lo saben mejor ahora, que si se ven obligados a ir a las urnas, van a cosechar un fracaso rotundo. Sin líder, sin unidad y sin programa…

Así que más les vale que Mariano Rajoy, a través de esas conversaciones discretas que mencionó, consiga el apoyo suficiente para aprobar los Presupuesto Generales del Estado, porque si no es así, lo van a pasar francamente mal.

Porque jugar de farol con las cartas  a la vista sobre la mesa, resulta imposible y la debilidad del PSOE está a la vista de todos. Así que gallear, gallearán lo que les parezca o lo que les dejen, pero a la hora de la verdad, van a tener que pasar por el tubo o por las horcas caudinas de las urnas; será lo que ellos prefieran.



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