El gobierno socialista ¡vaya por Dios! le echa otro cable a la banca



Lo que son las cosas, este gobierno que parece que no sepa cómo despedirse discretamente, ha decidido echarle un cable a la banca, que como todo el mundo sabe son el paradigma de los más necesitados de nuestro país. Ni parados de larga duración, ni familias en las que ninguno de sus miembros trabaja, ni “ná de ná”; donde esté un buen banquero en problemas, allí están los socialistas dispuestos a facilitarles la vida, que lo de apalear millones de euros y cobrar dividendos debe resultar durísimo.

El santísimo gobierno de ZP, que se encuentra en un trance de interinidad que justificaría el que no se metiera en según qué jardines y dejara las tareas, que no fueran inaplazables, al gobierno que salga de las urnas, debiera considerar que utilizar la poca autoridad moral que les queda, eso si es que les queda alguna, resulta una imprudencia y muy probablemente sea profundamente injusto tomar una decisión de este calibre a estas alturas del partido.

Ahora resulta que el mismo gobierno que habló de la posibilidad de crear un impuesto especial que gravara los beneficios de la banca, idea que no se llevó a cabo y que se abandonó tras usarla como propaganda partidista, pero que ha heredado el candidato socialista, así que en teoría deben estar convencidos de su bondad; el mismo gobierno, lo que son las cosas, en vez de crujir a la banca a modo llevados por ese furor izquierdista que tan recientemente han descubierto que sienten, resulta que deprisa y corriendo está intentando aprobar una legislación que beneficia a los intereses de la banca justo antes de la disolución de las Cortes, prevista como ustedes saben para  el día 26 del presente mes, con la declarada finalidad de echarles un cable. Debe ser el regalo de despedida que hará el PSOE a las entidades financieras de nuestro país.

El Ministerio de Hacienda está tramitando el proyecto de Orden Ministerial  de “Transparencia Bancaria” que legitimará a las entidades financieras para que puedan incluir los “clips hipotecarios” y las “cláusulas suelo” en los préstamos hipotecarios, ambas prácticas estan pendientes de que el Tribunal Supremo dicte sentencia sobre estos productos bancarios que han sido denunciados por la falta de transparencia en su aplicación por usuarios y organizaciones de consumidores.

¿De qué estamos hablando? vamos a verlo, lo que se conocen como “cláusulas suelo” son aquellas condiciones que imponen las entidades bancarias y que determinan el tipo de interés mínimo que pagarán sus clientes independientemente del precio del dinero. Una práctica que protege los intereses de los bancos que deciden hasta donde están dispuestos a reducir el interés que cobran a sus clientes, evitando así  los vaivenes del Euríbor.

Otro de los frentes abiertos es el de los clips hipotecarios, un producto que se parece a un seguro contra la subida de los tipos de interés. El usuario que compra este producto se asegura de que si los tipos suben más allá de un determinado nivel, lo que gana con el clip le compensa del encarecimiento de la letra de la hipoteca.  Aunque ofrecen un problema clarísimo, si los tipos de interés no suben, sino que por el contrario bajan y lo hacen de manera exagerada, resulta que el cliente pierde dinero, mientras sigue pagando lo mismo por la hipoteca hasta que le toque la revisión.

Para que no haya duda alguna de cuál es la dirección por la que caminan los socialistas, veamos lo que decía el portavoz de la OCU que manifestaba  "Si la orden sale adelante tal y como está planteada, dará munición a la banca ante los tribunales”  El texto que se pretende aprobar dicta que cuando un consumidor vaya a firmar una hipoteca, el notario deberá informarle sobre la existencia o no de una cláusula suelo.  Con este argumento el Gobierno reconoce de facto que las cláusulas son legales, lo que perjudica seriamente las ya maltrechas expectativas de los ciudadanos para conseguir una hipoteca, en unos términos justos para ambas partes.

Todos sabemos que las campañas electorales son muy caras, que los partidos deben acudir a la vía del crédito para financiarlas, pero a pesar de esta reflexión, sigo insistiendo en que me parece injusto que un gobierno como el de Zapatero, en la situación en que se encuentra, esperando la inminente y anunciada disolución de las Cortes, se apresure a decidir sobre un asunto muy difícil y lo hace de manera que beneficia ostensiblemente los derechos de la banca en contra de los de los ciudadanos.

Así que una vez más, como sucede prácticamente todos los días, una cosa es lo que dicen los socialistas y otra muy distinta lo que hacen. Predican, anuncian que los que más tienen son los que deben aportar más  para solucionar la angustiosa situación que sufrimos, anunciaron en su momento y lo hace ahora Rubalcaba, la intención que tienen de imponer un impuesto especial a los beneficios de la banca para con ese dinero promover empleo joven.

Pero una cosa es predicar y otra bien distinta repartir trigo, decir lo que se dice decir , dicen muchas cosas, pero hacer, lo que se dice hacer, no es que no hagan nada, es mucho peor, hacen, como es costumbre, precisamente lo contrario que prometen.

Así que en un contencioso entre los ciudadanos y la banca, el PSOE ha decidido ponerse una vez más  del lado de la banca. Insisto una vez más,  en el contenido de una frase que vi escrita en una pared de Puerto del Rosario “Cuando las palabras contradicen a los hechos, me quedo con los hechos”. Y en este caso los hechos confirman que los socialistas no tienen el menor empacho en favorecer a las entidades financieras frente a los derechos de los ciudadanos.

Luego será el PP o la “derechona” la que sirva de pretexto electoral a Rubalcaba para vender su particular cortina de humo que cubra este suceso. ¿Quién puede creer, con estos antecedentes, que el PSOE piense seriamente en la posibilidad de imponer un tributo a la banca?

Por sus hechos los conoceréis..., creo que queda más que clara, cristalina, la falacia manifiesta de las promesas electoralistas del PSOE, otro cúmulo de “ocurrencias” como las que nos han llevado hasta donde estamos. Y esta situación no debe extrañar a nadie, cada vez que el PSOE ha gobernado en España, la banca ha ganado muchísimo dinero, así que volvemos a lo de siempre, aquí ni los ricos de verdad, ni las entidades de crédito, ni el gran capital pagan impuestos, o por mejor decir no los pagan en la misma medida que lo hacemos los ciudadanos de a pie.

¿Una paradoja? ¿Les resulta extraño que los del PSOE defiendan antes los intereses de la banca que el de los trabajadores? A mí no, ni a los que tengan memoria ¿cuántos millones de euros ha perdonado la banca al PSOE? Eso es lo que defienden los socialistas: Sus intereses, lo demás no les importa.

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