Pintan bastos en Ferraz

Galicia: RB de espaldas, la cara de Blanco dice muchas cosas.

No será un título muy literario pero define perfectamente la situación, en Ferraz están ya buscando las cortinas de luto para el día de las elecciones. No existe memoria de una campaña que haya cosechado tan malos resultados como la que protagoniza Alfredo P. Rubalcaba, que desde julio anda dando el peñazo a su gente y a los españolitos de a pie, que llevamos ya tres meses desayunando, comiendo y cenando con las imágenes del candidato de la triste figura que sigue perdiendo votos a un ritmo, que como se descuide, al PSOE lo van a descalificar el 20 N por incomparecencia.

Los socialistas están desmoralizados, sus sondeos les dan unos resultados horripilantes. Creo que era ayer,  ya no lo sé, resulta difícil llevar la cuenta de las desgracias que le suceden a la candidatura de Rubalcaba, cuando se filtraba a la prensa que el “suelo” electoral del candidato socialista estaba  en 97 diputados. Un resultado que ha puesto en marcha todas las alarmas socialistas, que aunque convencidos de su derrota, habían establecido el límite de lo razonable en la consecución de al menos, 125 escaños.

Todos sabemos que las encuestas son una foto fija que determina, con bastante exactitud por cierto, cuál sería el resultado de unas elecciones en el momento en que se lleva a cabo el sondeo correspondiente. Cuando se habla de estas cosas, siempre sale alguno que afirma muy serio que “la única encuesta fiable es la de las urnas”, lo que es una tontería como la copa de un pino, pero es de las que más éxito tiene en este mundo de la política y los políticos.

Las encuestas reflejan tendencias, para eso sirven, ese es el dato más importante que ofrecen, nos dicen cómo evoluciona el sentido del voto ciudadano a lo largo de una serie de meses. Visto así el porvenir socialista para el 20 N pinta mal, tirando a peor. Pero claro también es de uso muy común un dicho que afirma, que cuando las cosas están mal, sólo pueden mejorar. A esta afirmación, falsa como la mitad de los lugares comunes si se leen o aplican literalmente, yo opongo aquello tan viejo y sobre todo tan socorrido que dice que “el que no se consuela es porque no quiere. Decía que las encuestas para lo que mejor sirven es para reflejar tendencias y ahora mismo todas ellas, las de los socialistas, las populares y las de cualquiera, dicen que Rubalcaba pierde votos a un ritmo sobrecogedor.

Lo cierto es que Rubalcaba se enfrenta a una serie de problemas “estructurales”  de muy difícil solución. El primero y principal es su falta de credibilidad como candidato. Resulta imposible vender que uno es la solución, cuando ha sido parte fundamental del problema. Por mucho que se empeñe Rubalcaba en que él es el hombre nuevo que nos va a llevar por mejores caminos, nadie olvida que formó parte y además parte muy importante del gobierno de Zapatero, un presidente que ha sido tan malo para los ciudadanos españoles, que su propio partido en defensa propia, se ha visto obligado a  “amortizarlo” de manera definitiva.

Por otra parte, cuando presume de demócrata convencido, automáticamente los ciudadanos recuerdan cómo fue su elección a candidato, evitando las primarias a las que obliga el régimen interno de su partido, exigiendo no tener a ningún compañero que le disputara el puesto y siendo elegido por aclamación, por una asamblea de barones - iba a decir notables - pero se me ha atrancado el teclado, digo que elegido al modo que las hordas tártaras elegían a sus jefes, que será muy tradicional, pero que de demócrata tiene lo que tengo yo de tenista birmano, es decir nada.

A los más moderados de su partido les resulta difícil aceptar el procedimiento e incluso el intento de forzar un congreso con el que procuró hacerse con el santo y la limosna y presentarse como candidato y Sc. General del PSOE. Muchos, entre los socialistas, no le han perdonado ese intento de “golpe de estado”. Así que su persona no concita la necesaria unanimidad dentro del PSOE, es más si lo de la unanimidad se considera excesivo, decir que no concita los apoyos que resultan tan  necesarios para cualquier candidato que se precie.

Llegado que hubo Rubalcaba a alcanzar la condición de  candidato, se autoproclamó líder del partido y eso tampoco hizo demasiada gracia a nadie y así le va. Hasta aquí lo que hace referencia a los apoyos dentro de su partido; o si lo prefieren, a las simpatías o la ausencia de las mismas que despierta su figura dentro del PSOE.

En lo que se refiere a la campaña, Rubalcaba y su equipo decidieron llevar a cabo una labor de aproximación de la figura del candidato al ciudadano. Esta decisión le obligó a estar permanentemente en los medios. Día a día, Rubalcaba estaba en las pantallas de las televisiones, en las páginas de los periódicos y en las antenas de las emisoras de radio, pero consiguió un efecto contrario. Es muy difícil mantener la atención y el interés cuando hay poco, muy poco que qué decir. Así que, habrá que reconocer que lo de la aproximación mediática le ha perjudicado más que lo que le ha beneficiado. De hecho una vez que se ha exhibido, ha perdido puntos en la valoración de los ciudadanos; lo que dice bien a las claras que es un político que tiene serias dificultades para conectar con el electorado.

Otra de las líneas maestras de la campaña, tal y como la planteó el ´”Rubalcaba team”, fue la radicalización del discurso. Rubalcaba decidió intentar ganarse el voto de la gente situada más a la izquierda del espectro político, pero las circunstancias se han encargado de que ese mensaje no tuviera la menor virtualidad. El follón de la deuda en el mes de agosto; la modificación constitucional de la limitación del déficit,  “yo lo habría hecho de otra manera” dijo, pero se limitó a decir eso y después callar. El apoyo por parte del gobierno socialista a las medidas liberales y conservadoras de la Merkel; lo del Faisán, todavía en la Audiencia Nacional; lo del escudo antimisiles y un largo etcétera de asuntos, ha impedido que el mensaje supuestamente más izquierdista de Rubalcaba tuviera siquiera visos de alcanzar la credibilidad necesaria para que calara lo suficiente entre el electorado más radical.

Y ya para finalizar, al menos por ahora, que esto de las campañas ya se sabe que las carga el diablo,  el asunto de Blanco y la Operación Campeón le ha obligado a alinearse, sí o sí, con Pepiño y sostener su inocencia contra viento y marea. El problema, para sus expectativas electorales está en que más del 61% de los ciudadanos creen que Blanco tendría que haber dimitido ya; el apoyo que le presta no hace otra cosa que perjudicarle electoralmente.

Ya se oyen voces en el PSOE que reclaman, tras la derrota que dan por segura, la celebración de un Congreso extraordinario a la mayor urgencia posible. Todo esto el votante lo percibe y al ciudadano le gusta apostar por caballo ganador. Resulta muy difícil, por no decir imposible, que Rubalcaba consiga aumentar su expectativa de voto si tenemos en cuenta, que en su partido dan por cierta su derrota. Así que no ha tocado fondo todavía, no cabe demasiado optimismo al respecto.

¿Y si ETA anunciara su disolución?, tampoco creo que le sirviera este oscuro asunto para ganar. Si lo utiliza como argumento electoral reniega del compromiso público de no utilizar el terrorismo como argumento en las elecciones; pero es que además los del PP no son mancos y mucho menos mudos, no le iban a dejar beneficiarse de ese contubernio.

Así es como yo veo el asunto, lo tiene muy mal, ¿imposible? no, no hay nada imposible en este mundo, pero desde luego muy improbable. Lo sabe el propio Rubalcaba mejor que nadie. El 20 N va a cosechar la peor derrota del socialismo español a lo largo de su historia. Luego vendrá aquello de las astillas y el árbol caído.

Está listo de papeles, le consta al propio Rubalcaba y lo peor es, que lo sabe todo el mundo.

Comentarios

  1. Marco Maximus Meridius11 de octubre de 2011, 14:03

    La cosa es que con Rubal nunca se sabe..Por eso la democracia española es como una Rubalbanana Republic..Porque siempre sacan un conejo sangriento de la chistera..Esperemos que esta vez no lo hagan pero...

    ResponderEliminar
  2. Dice usted: "al PSOE lo van a descalificar el 20 N por incomparecencia".
    Que bueno!! Vayamos preparando la lápida:

    "Aquí yacen y reposan
    quienes con tanto boato
    en vez de servirse pato
    se empacharon con Faisán"

    Lo malo es que tienen tantas artimañas que tarde o temprano... resucitarán.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Albert Rivera y su irrelevancia política

In memoriam. Se nos ha ido Alexis Ravelo

El Día de la Madre