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No al Pacto del Euro. Sí ¿a qué?

Todos o casi todos sabemos contra que se manifestaron los “indignados” y los ciudadanos que sin pertenecer al movimiento, se les unieron en la protesta ciudadana del 19J: ¡No al pacto del euro! ese fue el principal argumento reivindicativo, entre otros naturalmente, que se utilizó en todas las manifestaciones que organizaron los del movimiento 15 M.

Así que hay que suponer que la mayoría  sabemos contra qué se manifestaban los ciudadanos que se echaron a la calle el domingo, pero lo que ya no está tan claro es si tenemos el mismo nivel de conocimiento sobre la naturaleza y el contenido de ese denostado y aborrecible Pacto. Quién lo firmó, a qué nos obliga y sobre todo teniendo en cuenta que es la solución que patrocina la UE para remediar nuestros males, saber que tipo de propuesta es la que, desde el 15 M, se ofrece como alternativa a lo que la Unión nos ofrece.

Básicamente el Pacto por el Euro nace para evitar el colapso económico de la eurozona. La difícil situación de una serie de países amenazaba la estabilidad de la moneda europea; Grecia, Irlanda y Portugal necesitaron de una intervención europea para evitar su colapso; pero los países ricos de la Unión se niegan a seguir con la política de ayudas, si antes los países afectados y los que se encuentran a diez minutos de estar como ellos, no aceptan implementar una serie de medidas - las célebres reformas estructurales - que garanticen un menor gasto público y una contundente recuperación del déficit.

El presente Pacto por el Euro obligaría a todos los estados miembros a una serie de compromisos genéricos y comunes, cuyos resultados se revisarían anualmente. Los países firmantes se obligaron a poner en marcha propuestas para avanzar en una serie de asuntos sobradamente conocidos: competitividad, control del déficit, estabilidad financiera, creación de empleo, finanzas públicas, etc.

¿Qué es lo que propone este Pacto al que se oponen los indignados?, pues sin duda medidas muy duras. En lo que hace referencia al mercado laboral se apuesta por el fomento de la competitividad, aplicando la "flexiseguridad" un invento danés, que pretende abaratar el despido para la empresa, sin que esa flexibilidad suponga merma alguna en la protección del trabajador. La UE, es decir los países miembros entre los que está España exigen la adopción de medidas que contribuyan a la sostenibilidad del sistema, mediante “reformas de los sistemas de pensiones y de protección social" y ya por finalizar se exige poner en marcha sistemas que aseguren la estabilidad financiera y el control del déficit. No nos dicen como hacerlo, lo que nos exigen son resultados.

Esto es lo que nos pide que hagamos ese Pacto por el Euro, está claro que “reformas en los sistemas de pensiones y de protección social” es como se dice en alto politiqués, recortes. Por tanto seremos los funcionarios y los pensionistas los que primero paguemos los malos resultados de las políticas llevadas a cabo durante los últimos años, no por la UE, tampoco por el FMI, el BCE o los “mercados”, sino por la falta de rigor financiero, fiscal y de control del endeudamiento del gobierno de España, en la misma medida que  lo han sufrido ya griegos, irlandeses y portugueses.

Estamos ante un disyuntiva que solo nos permite escoger entre lo malo y lo peor, ahora cuando estamos entre la espada y la pared, se pone en marcha un “movimiento ciudadano” que, eso sí lo tengo claro, está indignado con la banca y los empresarios y se opone frontalmente al Pacto del Euro y cuyos simpatizantes se niegan a admitir cualquier tipo de recortes sociales. En principio no me parece mal - recuerden que soy pensionista – se oponen a los recortes pero proponen nuevos gastos, es decir, nos llevan a un nivel mayor de endeudamiento.

No tengo nada claro es que las medidas que proponen, en lugar de las de la UE, tengan el suficiente calado para ser efectivas y que  nos permitan la reducción del déficit y frenen el crecimiento exponencial de nuestra deuda, condición sine qua non, para asegurar nuestra supervivencia económica y financiera. Les aseguro que mí también me apetece decir no. Pero tengo claro, que algo tendremos que hacer para evitar la quiebra de España. Nos encontramos en un estadio en el que ya no podemos permitirnos decir me gusta o no me gusta, esa es la dolorosa verdad.

Hay que recortar gasto público y cuando uno lee las propuestas que, dicen, formulan los “indignados” observamos que lo que proponen supone un aumento del gasto público y así, amigos míos, así no vamos a ninguna parte. Si realmente están en posesión de la varita mágica que sea capaz de sacarnos de este atolladero, que nos lo digan, a cambio me comprometo a sentarme en la Plaza de la Iglesia de Puerto del Rosario sine die, aunque no pueda garantizar si seré capaz de aprender a tocar algún instrumento de percusión, pero algo se me ocurrirá. Eso sí, perro tengo lo que supongo puntúa para el baremo.

Pero si todas las soluciones económicas son las que conocemos hasta la fecha, propuestas, nacidas del izquierdismo más rancio que ya han demostrado sobradamente, lo largo del siglo XX, la inutilidad de su aplicación, si esa es la solución, permítanme que les diga, desde el mayor de los respetos, que estamos listos de papeles y que como individuos y como nación vamos proa al marisco, indignadamente, pero proa al marisco sin remedio.

He dicho antes y lo reitero, estamos obligados a escoger entre lo malo y lo peor, simplemente hay que tomar una decisión, ahora bien si nos entretenemos en discutir si son galgos o podencos, si empleamos las pocas energías que nos restan como nación en buscar culpables, a los que nos resulte más cómodo denostar, en vez de aplicarnos en buscar soluciones por duras y amargas que éstas sean, me veo hablando en griego y ustedes ya me entienden.

No al Pacto del Euro, de acuerdo, no voy a discutir a mí tampoco me gusta, pero ¿qué proponemos a cambio?





















Comentarios

  1. Tal vez no tenga la solución, pero aporto ideas que me gustaría que fueran comentadas a ver si entre todos logramos salir de este agujero que nos metieron los politicos "sin querer". Le invito a visitar mi blog: http://fernandodamico.blogspot.es/
    Tal vez saquemos algo bueno si todos nos unimos para buscar soluciones.
    Un saludo

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