Pedro Sánchez, solicita audiencia a la cúpula empresarial

Pedro Sánchez, durante su campaña


El nuevo secretario general del PSOE empieza a poner los pies en la tierra - a la fuerza ahorcan que diría alguno - porque D. Pedro, que empezó su mandato con la misma calma y delicadeza que una estampida de cornilargos, ya se ha llevado a cuenta de su peculiar estilo, algún que otro guantazo. La vida es muy mala y sobre todo muy dura para los novatos prepotentes que creen que todo el monte es orégano.

Hay una cosa que me ha extrañado desde que lo eligieron, no entiendo que a partir del mismo instante en que se comunicó su victoria, D. Pedro se pusiera a mandar, pero no discretamente, de eso nada, a mandar y a liarla porque no sé yo si animado por la celebración del éxito, que ya sabemos que las victorias se remojan hasta demasiado, ordenó que los eurodiputados del PSOE votaran en contra de la elección de Juncker como Presidente de la Comisión y lo hizo sin tener autoridad real, porque una cosa es ser secretario general electo y otra muy distinta que  pueda disponer en el partido, sin que haya sido proclamado en tiempo y forma por el órgano competente, D. Pedro Sánchez es secretario general del PSOE “in péctore” – si se me permite la expresión - hasta que el congreso extraordinario, que hoy se celebra, lo proclame.

Claro que habrá gente que piense que exagero, retrocedamos hasta las últimas elecciones generales. Qué les parecería a ustedes si Rajoy hubiera celebrado su triunfo electoral en la calle Génova y tras la celebración se hubiera ido para la Moncloa y hubiera empezado a ejercer como presidente del gobierno. Alguno dirá con razón que eso no se podía hacer, porque todavía  no había sido proclamado por las Cortes; pues eso es lo mismo que sucede con Sánchez que a pesar de lo joven que es, parece que tenía mucha prisa por ejercer esa autoridad, que no tenía todavía.

Y así le ha ido, el socialdemócrata Martin Schulz, Presidente de la Eurocámara, le ha dado un bofetón sin mano  a Pedro Sánchez  mediante un plantón de los de órdago a la grande, a cuenta de la orden dada a sus parlamentarios. A ver si aprende de una vez la gente del PSOE, que en Europa la socialdemocracia no acepta que se rompan acuerdos firmados para darle un capricho y ocasión de lucimiento ante su parroquia, a un advenedizo recién llegado.

Por lo visto alguien le ha hecho reflexionar, se dice que entre sus íntimos ha reconocido que cometió un error con el asunto de negarle los votos del PSOE a Juncker,  pero a pesar del tibio arrepentimiento, Elena Valenciano y algún otro socialista, detentan (detentan está bien escrito que conste) un cargo que iba incluido en ese pacto que el PSOE incumplió. No aprenderán nunca y lo que es peor, desde la UE se ha hecho llegar a Rajoy el desagrado de la Comisión por este tipo de conductas, así que las gracias del novato D. Pedro las pagamos todos los españoles, pero no su gente, que sigue disfrutando de  las poltronas mal habidas.

Como siempre digo, la realidad es muy tozuda y le ha obligado a reflexionar. Es muy cierto que Sánchez buscaba para el PSOE una imagen  más a la izquierda, lo de Podemos lo tiene en un sinvivir, se tiró toda la campaña por la secretaría general, con el puño en alto, con lo incómodo que tiene que ser eso  y lo malo que debe resultar para las cervicales y entre los borbotones de júbilo por su victoria que le salían hasta por las orejas, anunció que el PSOE iniciaría un giro a la izquierda, aunque es cierto que matizó, tan a la izquierda como la militancia diga.

Supongo que debe haber pensado que más le vale darse prisa para rendir pleitesía a los máximos exponentes del poder empresarial, no vaya a ser - que los congresos los carga el diablo, pese a que acostumbran a estar teledirigidos – y salgan de él unas propuestas demasiado radicales, por lo que se ha apresurado a pedir oficialmente audiencia ante los presidentes de las principales compañías del Ibex para tener una cita con ellos en las próximas semanas.

La relación con el mundo del dinero le preocupa muchísimo al PSOE, a Sánchez no le preocupaba nada, entretenido como estaba en tararear la internacional por los rincones y poner cara de radical, pero alguien le ha hecho reflexionar y las reuniones que van a llevarse a cabo tienen por finalidad tender puentes con la gran empresa, exponer la agenda del partido de cara a las elecciones y, lo mejor para el final, mejorar las relaciones con el poder económico.

Que todo esto no lo digo yo, lo dicen los portavoces “oficiosos” de Ferraz, así que el PSOE cómo es su costumbre,  le va a poner una vela a Dios y otra al diablo. Si ustedes tienen dudas, veamos cómo van las cosas. Por un lado se le monta a Pedro Sánchez un viaje a su Canosa particular, en plan Enrique IV para que se presente, no ante Gregorio VII, pero sí ante los que más mandan en el IBEX 35. Parece que los de Ferraz han conseguido que Sánchez no tenga que ir descalzo, vestido de saco y con ceniza en la cabeza como le sucedió al emperador, lo que mejora substancialmente la posición del secretario general, pero el sapo que se va a tragar el distinguido miembro de la cofradía del puño cerrado y del arriba parias de la tierra compañeros, va a ser descomunal y además estoy seguro que está convencido, como yo, que los de Podemos lo van a crucificar a cuenta de la maldita reunión con lo más granado del mundo del dinero.

Y por otro lado el PSOE con la finalidad de mimetizarse con los de Pablo Iglesias - el nuevo, que conste - vota a favor de una propuesta de Podemos en Europa sobre los desahucios y lo hacen a pesar de ser ellos los inventores del desahucio exprés en España y de haber implementado nuevos juzgados para que se produjeran los lanzamientos con mayor eficacia y rapidez. Para los que tengan solamente memoria histórica, que falla más que una escopeta de feria, ahí les dejo un texto del 27/11/07. “La ministra de Vivienda, Carme Chacón, anunció que la Comunidad de Madrid contará desde el 1 de enero de 2008 con los seis primeros juzgados de primera instancia de lo civil, de los diez inicialmente previstos, destinados a agilizar los desahucios”

Y ahí está D. Pedro que no atina a encender tantas velas como problemas tiene. Le toca ahora pasar examen, lo va a rendir ante gente que hila muy fino y que no se han cortado ni un pelo en filtrar, estos son demasiado importantes como para decirle cosas a la prensa, que están muy preocupados porque no ven interlocutores válidos, válidos para ellos claro, en el nuevo PSOE. Así que el nuevo secretario general va a tener que hacer un esfuerzo de los de verdad para alcanzar la categoría de interlocutor… valido; signifique eso, lo que signifique.

Nada nuevo bajo el sol, el PSOE instalado en el según y cómo y también en el según y dónde. Al menos este fin de semana se celebrará el congreso extraordinario que debería ser de una placidez extraordinaria, una auténtica balsa de aceite y después de su proclamación ya podrá mandar reglamentariamente en su partido conforme contemplan los estatutos y el reglamento, lo que sin duda representará un  alivio.


¿Y después? pues después ya veremos, porque le espera una labor muy difícil y habrá que ver si es capaz de afrontarla.

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