El Presidente no tiene quién celebre sus aniversarios

Todavía las cosas no marchaban del todo mal
El 14 de marzo de 2004, Zapatero celebraba su inesperado triunfo electoral y se daba el correspondiente baño de masas en un balcón de Ferraz en la sede del PSOE, tal y como es costumbre entre los candidatos vencedores en las elecciones generales. Desde entonces hasta ahora esa ha sido una fecha emblemática para ZP, que el PSOE ha aprovechado siempre para celebrar por todo lo alto. Forma parte de la costumbre socialista organizar actos a cuenta de los más diversos aniversarios para utilizarlos como caja de resonancia de su acción propagandística.

Seguro que los socialistas recuerdan muchas de esas celebraciones, en las que el aparato del PSOE aprovechaba el acto y el ambiente para subrayar la supuesta eficacia del gobierno de Zapatero. El acto celebrado en Vistalegre el año 2007 constituye, a mi parecer, el paradigma de este tipo de celebraciones en las que se festejaban los éxitos del gobierno zapateril. Este año estaba previsto celebrarlo a primeros del mes de abril, pero las circunstancias actuales parece que han aconsejado suspenderlo.

De aquella fiesta a hoy sólo han transcurrido cuatro años, pero ayer no hubo fastos, ni alegría. De hecho el aniversario del triunfo de Zapatero pasó sin una sola mención al respecto, bueno una que yo sepa; ayer se acordaba de la fecha el portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, que reconoció la comisión de algunos errores del gobierno y los excusó por aquello de que sólo se equivoca quien hace cosas. Un tono bien distinto del de hace unos pocos meses.

Creo que mucho más allá de las críticas a la política económica que impulsó en su momento ZP, más allá de la que ahora ejerce - con la boca chica - obligado por la CE y Merkel, más allá de la defensa numantina que por parte de algunos, cada vez menos, se hace todavía sobre la figura y la ejecutoria del presidente del gobierno, más allá del empeño de difuminar, cuando no negar, la irrefutable realidad de que en este país y en cualquier otro, el responsable de lo que sucede es el que gobierna, más allá de lo que interese a unos y a otros, basta observar la conducta de la cúpula socialista para comprender que, hasta los más próximos a Zapatero, entienden que éste ha fracasado de una manera estrepitosa y que no resulta aconsejable mostrarse en público a su lado.

Y para más INRI, hasta las encuestas especializadas le sacuden inmisericordes. Ayer, justamente ayer, coincidiendo con el aniversario de su triunfo, tan lejano en el tiempo y en las circunstancias, se publicaban los resultado de una encuesta en la que se preguntaba a los ciudadanos cual era a su entender el mejor candidato socialista. La respuesta no deja lugar a dudas; cuando se tabulan las respuestas de los encuestados sin tener en cuenta su ideología, el resultado es que Zapatero aparece en quinto lugar, tras Rubalcaba, Bono, Solana y Chacón.

Las respuestas de los que se declaran socialistas dan como mejor candidato a Rubalcaba con un 44,8% y en segundo lugar aparece José Luis Rodríguez Zapatero con un triste 12,9% de los votos. Me parece que el resultado es lo bastante contundente como para ahorrarme cualquier otro tipo de comentario o explicación.

Así que por mucho que les duela a algunos, no es que, en mi opinión, sea un mal presidente, que así me lo parece, es que esa opinión es un clamor entre los ciudadanos y sobre todo entre la dirección del PSOE.

Y mientras Zapatero, oculto en su silencio, espera la decisión de la cúpula socialista, para ver si dimite y si lo hace cuándo o si por el contrario debe volverse a presentar, porque nadie se quiere comer ese marrón, sus ministros a los suyo, para demostrar que hasta en eso no acertó nunca o casi nunca.

Ayer Trinidad Jiménez hizo una vez más exhibición de sus carencias y desde Egipto manifestó que: "El paseo es muy bonito, pero está todo muy vacío. Es una pena", espero para Dª Trinidad la misma acritud e incluso crueldad que manifestó la izquierda culta, formada y exquisita ante unas declaraciones muy parecidas de Bisbal. Parece que el de “ bulería, bulería” trabaja en la misma longitud de onda que Trinidad. Mientras tanto Sebastián, el ministro de Industria, proponía otra subida de la luz, y van…. 
 
Así que por mucho que les duela a algunos, que se empeñan en lo de sostenella y no enmendalla, no por defender la figura de Zapatero sino por no dar su brazo a torcer y reconocer el fracaso de la propuesta socialista, afirmo que no es sólo mi opinión, que también; es el Comité Electoral del PSOE, son los barones socialistas, son Rubalcaba, Blanco, Bono, Chacón, son los ciudadanos de a pie, son los votantes socialistas, los mercados, Europa… y modestamente un servidor, todos los que pensamos que Zapatero es un fracaso que vamos a pagar durante mucho tiempo.

Mientras, Zapatero sumido en la terrible soledad del fracaso, debiera reflexionar sobre aquello de:”Quién siembra vientos, recoge tempestades” aunque  observando el proceder de los que, hasta hace bien poco le jaleaban, pueda reflexionar sobre lo de “quién da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro.

El Presidente ya no tiene quién organice sus aniversarios...

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