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Libia, no todo es oro lo que reluce (Segunda parte)

El petróleo libio, ese oscuro objeto del deseo....
La verdad es que este comentario no creo que tenga otro sentido que el de expresar mi particular opinión, sobre algunos aspectos de lo que está sucediendo en Libia. Me ha dejado estupefacto el hecho de comprobar que más allá de algunas débiles argumentaciones en defensa del ataque “aliado” a Libia, en el fondo, todo el mundo tiene clarísimo que por lo que allí se está peleando es por el control del petróleo a un precio ajustado a la voluntad de los poderosos.

Y me ha dejado estupefacto porque la verdad es que este ambiente en el que vivimos y nos relacionados y en el que por lo visto todo vale, deja bien a las claras que somos una sociedad enferma, conformista y amoral. Y antes de que se cabreen, quede claro que el que sea cofrade que coja su vela y el que no, pues ya sabe, a vivir que son dos días y que el que se pica es que ajos come.

Sigo teniendo una duda importante, estamos en la guerra de Libia para defender la libertad de los demócratas libios o estamos apoyando a una facción que parece será más proclive a entenderse con la sociedad industrializada occidental. Es decir, vamos a por Gadafi porque es un hijo de mala madre y apoyamos a una gente, que probablemente también lo sean, pero que son “nuestros hijos de puta”, como decían los americanos de aquel dictador sudamericano.

Aquella bula del mandato de Naciones Unidas ha quedado en nada, decía la ONU que los aliados debían crear una “zona de exclusión aérea”, es decir una zona del espacio aéreo en el que no pudiera volar la aviación libia. Como se puede compadecer lo de la zona de exclusión aérea con bombardeos a “unidades blindadas” u objetivos dentro del casco urbano de las ciudades es algo que a mí me parece imposible.

Hasta para el observador menos avisado resulta, más que claro, cristalino que este asunto es el resultado de una improvisación mayúscula y en asuntos de este calado la falta de reflexión resulta una imprudencia que habría que evitar a toda costa. Veamos, Obama que extrañamente no quiere ejercer la jefatura militar de la operación, la OTAN que no quiere participar, al menos no toda la OTAN, Francia que sí quiere el apoyo militar de la Organización Atlántica pero la excluye del control político de la operación.

La aviación francesa atacando aviones libios en tierra, los americanos bombardeando a todo lo que se mueve y también a todo lo que se pueda mover, de los británicos poco sabemos y los nuestros en seráficas tareas de patrulla y control de esa zona de exclusión aérea, tan rara, que incluye como objetivos, columnas motorizadas, blindados y piezas de artillería volantes, pues si son atacados es que deben quebrantar el mandato de exclusión aérea.

Parece ser que esta próxima semana ya se ha ejercido la presión suficiente para que la OTAN acepte la dirección de la guerra, pero en un ejercicio de funambulismo espectacular, la dirección política - la que toma las decisiones - estará a cargo de los aliados, algunos países árabes y cualquier otro voluntario que se apunte a la fiesta.

Ya digo, la ONU silente ante el quebrantamiento de su mandato, exclusión aérea dijo, pero por lo visto está dispuesta a aceptar aquello de que, con las cosas de comer no se juega. Nuestra ministra de Asuntos Exteriores explicando que será muy difícil que Gadafi abandone el poder, eso ahora, hace unos días expresaba sus dudas si el objetivo del ataque, en el que tan alegremente participamos, tenía por finalidad “acabar” con el tirano.

No voy a decir lo de Guardiola, ya saben eso de que la Cope y Florentino se pongan de acuerdo en sus versiones y luego que nos lo expliquen, porque dirían muchos que soy “culé” y no lo soy. Pero no me digan que no agradecerían ustedes algo menos de demagogia y más pedagogía. ¡¡Que alguien nos explique qué coño hacemos en la guerra de Libia!! Ojalá se pongan de acuerdo la ONU, los “aliados”, la  OTAN, Francia, etc., y nos lo expliquen.

Dice Gadafi que o es él o Al Qaeda, alguien imprudentemente advirtió que corríamos el peligro de que se aliara con este grupo terrorista, yo siempre he recordado que Gadafi financió, promovió y entrenó a los de ETA, Brigadas Rojas, IRA, Al Fatah y todo el larguísimo catálogo de terroristas que en el mundo han sido. Resulta lógico suponer que esta era una jugada muy sencilla de acometer para el tirano libio.

Si no lo hace, conociendo la catadura moral del fulano, habrá que preguntarse si Al Qaeda no tiene ya a su candidato en Libia. Cuidado con esos “demócratas” cirenaicos, musulmanes a machamartillo, de la secta senusi, muy proclives al islamismo radical. A ver si vamos a participar en una aventura que repita el modelo de los talibanes en Afganistán o el de Saddam Hussein con lo de Irán.

Que ya se sabe que lo de la Inteligencia estadounidense, resulta muchísimas más veces de lo conveniente, un oxímoron antes que una afirmación creíble. Resultaría gravísimo que con las armas occidentales pusiéramos en manos de gente cercana al islamismo radical, el petróleo y los petrodólares libios.



Comentarios

  1. Hola Miguel,aun no se la diferencia que hay entre esta guerra y la de Afganistan, en las dos mueren personas y tienen la misma riquezas
    el oro negro.
    Saludos.
    Manuel Romay

    ResponderEliminar
  2. Sí resulta curioso que siempre haya que ir a salvar de los tiranos a los ciudadanos de países que casualmente tienen mucho petróleo.
    Una vergüenza
    Un abrazo
    Miguel

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